Soy un ciudadano colombiano, común y corriente, me gusta ejercer mi derecho a votar por aquellos hombres que dicen querer dirigir a nuestro país, según ellos con honestidad, seriedad, honor, verdad, etc, etc.. y todas las demás y "puras razones", que según ellos los impulsan a postularse a estos cargos, pero que en verdad durante y al final de sus carreras como "padres de la patria", lo único que dejan, es un amargo sabor a mentira y engaño.
Esto no hace más que confirmarle a nuestro país, que aquí no hay en quien creer, que esos hombres que dicen querer luchar por la gente más necesitada, siempre terminan por favorecer a la clase social alta, pues son ellos quien al final de cuentas los que patrocinan sus campañas y demás cantidad de mentiras que nos dicen, son esas clases sociales las que durante ese periodo de gobierno duplican y hasta triplican sus fortunas, mientras los demás simples mortales, siguen cada día luchando por un sustento, y no debería decir que luchando, lo correcto sería decir que casi mendigándolo, ya que el gobierno de turno no hace nada por dignificar a esas personas que día a día con sudor y lagrimas, son los que han construido este país, esas personas que le entregan toda una vida a una empresa o institución, para que al final terminen en la calle sin nada y que si logran alcanzar una pensión, tienen que pelear por ella con uñas y dientes para que les reconozcan algo que fue ganado con tanto esfuerzo.
Son estos "padres de la patria" que año tras año nos hablan y nos prometen que todo va a cambiar, que el desempleo disminuyo, que el sistema de salud ha mejorado de una manera excepcional, que la seguridad de nuestro país ha crecido de una manera increíble y demás cifras infladas a su amaño. Pero cuando los ciudadanos miramos a nuestro alrededor, buscando una prueba de estos anuncios tan maravillosos, solo nos chocamos de frente con la dura realidad y aceptar que la cantidad de desempleo es preocupante, que para poder ser atendido en centro de salud u hospital, hay que llegar casi que muerto y eso que ni así muchas veces se dignan a darnos una atencion propia de un ser humano y ni que decir de nuestra seguridad democrática, nuestro gobierno se jacta de decir que ha sido todo un éxito, pero en los barrios nuestro jóvenes son asesinados de una manera cruel y despiadada, la lucha por los territorios es descomunal y sangrienta, lucha que es protagonizada por aquellos quienes fueron perdonados y son pagados por nuestro gobierno, para que se reinsertaran a la vida civil, aquellos que juraron no volver a las armas y no seguir derramando sangre inocente.
Aun así nuestra gente sigue teniendo fe, de que algún día, llegaran unos dirigentes que cumplan sus promesas y sean unos verdaderos padres de la patria, de que, aquellos verdugos que han castigado a nuestro país con sangre y dolor cumplan con sus promesas de paz.
Colombia le sigue apostando a un futuro mejor, Colombia aun sigue y seguirá esperando de estos individuos una, y única PRUEBA DE FE.
